Ambas tienen la característica común (y casual) de vender productos de segunda mano. En el caso de la primera, Boulinier, nos encontramos libros, discos y comics tanto nuevos como de ocasión. El local estaba estructurado en un sótano, una planta baja, un primer piso y una terraza en la calle, rebosantes de material; se puede encontrar de todo: desde vinilos de Julio Iglesias en inglés (por apenas 0,20€) hasta CD's de grupos españoles y en concreto murcianos, como el último de Schwarz, que adquirí por 3,50€, una ganga. Era tal la cantidad de productos expuestos que ni con una hora de exploración podría recorrerse la tienda entera.
La segunda tienda que visité fue Music Power, un pequeño local en una callejuela de Montmartre especializado en guitarras y audio de segunda mano. La selección de bajos era escasa, pero en guitarras podían encontrarse algunas curiosidades en estado de conservación más o menos aceptable, aunque siempre a un buen precio. Una Gibson 335 de las buenas bastante bien conservada se encontraba expuesta por unos 1500€, por ejemplo.
Desgraciadamente mis anécdotas musicales acaban aquí pero no me arrepiento, ya que pasar un día entero en el Louvre o admirar el interior de la catedral de Notre Dame es un lujo irrepetible.
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