viernes, julio 08, 2005

Fanfarria!

Otro concierto más. Esta vez fue el 4 de Julio (posts desordenados, ya lo sé...) en la plaza San Francisco, de nuevo organizado por La Mar de Músicas y acompañado por Salvador. El grupo en cuestión era una fanfarria rumana, es decir, una orquesta gitana rumana que viene a ser el equivalente en Rumanía a la pachanga española. Y qué pachanga. Ritmos rapidísimos, divertidos y alegres con muy buena calidad técnica y musical que consiguieron acumular un bueno corro de gente alrededor del escenario.

Una banda compuesta por dos trombones, dos trompetas, clarinete, violín, acordeón, batería, bajo eléctrico y dos percusionistas con bongos (no sé le nombre concreto de los instrumentos, creo que uno era una darbuka y el otro algo más grave) que mezclaba la fanfarria con un cierto toque de música funk que modernizaba el conjunto. Me gustó tanto que al acabar el concierto compré su disco, perfecto para levantar el ánimo y mucho mejor que cualquier café cargado para despertarse.

Por cierto, ya se me olvidaba poner el nombre del grupo: Mahala Raï Banda (la Noble Banda del Guetto).

Concierto en el parque de artillería

El pasado martes 5 de Julio fui con mi amigo Salvador al concierto que ofrecían Béla Fleck, Stanley Clarke y Jean Luc Ponty en el Parque de Artillería de Cartagena. Béla es posiblemente el mejor banjista (con n) del mundo, mezclando country, jazz y funk a partes iguales en su grupo Béla Fleck & The Flecktones, del cual tengo varios discos y vídeos. Stanley Clarke es uno de los mejores y más influyentes bajistas/contrabajistas del siglo XX; innovó en el jazz añadiendo toques de rock y funk. De Jean Luc Ponty no sabía nada, pero la verdad es que es increíble cómo toca y el sonido que saca del violín.

El concierto fue bastante largo, más de dos horas. En un principio fue muy emocionante con grandes demostraciones de técnica e imaginación (Stanley Clarke haciendo slap y acordes con el contrabajo causó sensación), pero a partir de la mitad del concierto el ambiente fue haciéndose algo más pesado por la complejidad del jazz. Un concierto muy interesante, rematado de forma acertada con un bis bastante animado que levantó el ánimo de los asistentes.

Han sido tal vez los 26€ mejor invertidos en música que he podido gastar: 16€ de la entrada y 10€ del directo Live at the Quick de Béla Fleck & The Flecktones, el cual conseguí que el señor Fleck (un tipo majísimo) me firmara. Una verdadera lástima que Stanley Clarke no sea aficionado a los autográfos, un chaval había traído un bajo acústico solo para eso... Cuando consiga un cable USB para conectar el móvil al portátil pondré las fotos que hice del concierto. Por ahora queda como recuerdo este cartel: