El concierto fue bastante largo, más de dos horas. En un principio fue muy emocionante con grandes demostraciones de técnica e imaginación (Stanley Clarke haciendo slap y acordes con el contrabajo causó sensación), pero a partir de la mitad del concierto el ambiente fue haciéndose algo más pesado por la complejidad del jazz. Un concierto muy interesante, rematado de forma acertada con un bis bastante animado que levantó el ánimo de los asistentes.
Han sido tal vez los 26€ mejor invertidos en música que he podido gastar: 16€ de la entrada y 10€ del directo Live at the Quick de Béla Fleck & The Flecktones, el cual conseguí que el señor Fleck (un tipo majísimo) me firmara. Una verdadera lástima que Stanley Clarke no sea aficionado a los autográfos, un chaval había traído un bajo acústico solo para eso... Cuando consiga un cable USB para conectar el móvil al portátil pondré las fotos que hice del concierto. Por ahora queda como recuerdo este cartel:

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