A la crisis, buena cara

O eso es lo que deben de pensar los grandes fabricantes de instrumentos musicales, que en plena crisis se atreven con modelos nuevos.


Además del ya citado Fender Steve Bailey, para 2009 se lanzan dos nuevos bajos MusicMan. Si ya es raro que la marca saque un producto nuevo, aún más excepcional es que saque dos. El primero de los nuevos MusicMan es el 25th Anniversary, que conmemora el 25 aniversario de la adquisición de la compañía por parte de su matriz Ernie Ball. Al contrario de lo que cabría esperar, el modelo conmemorativo es completamente nuevo, no se trata de una reedición: el cuerpo de una MusicMan Axis ha sido adaptado para desarrollar un instrumento que combina detalles clásicos y modernos: por un lado nos encontramos con una configuración de pastillas triple, algo muy poco habitual en la actualidad (aunque sí en los 60-70) junto con un mástil de 22 trastes (siguiendo la tónica clásica MusicMan) y botones para encender y apagar las pastillas, un toque muy vintage; por el otro lado, las pastillas tienen imanes de neodimio y están conectadas a un previo activo de 4 bandas de ecualización. El resultado, sobre el papel, es un bajo muy versátil. También se ha lanzado una versión de 5 cuerdas y 2 pastillas dobles.


El otro lanzamiento de MusicMan es el Big Al, basado en la guitarra de Albert Lee. Las especificaciones son muy parecidas a las del 25th Anniversary, aunque las tres pastillas del Big Al son simples, sólo se fabrica en 4 cuerdas y el cuerpo es de aliso en lugar de ser de fresno. La electrónica es la misma pero el diseño ya es totalmente orientado hacia las guitarras y bajos de los 60, con ese toque de la era espacial característico de la época, a imagen y semejanza de la guitarra en la que se basa.


No sólo MusicMan y Fender apuestan por introducir novedades: incluso Gibson se atreve a lanzar un nuevo bajo, si bien se trata de una edición limitadísima. El bajo en cuestión es el Grabber II, una reedición del Grabber original (mástil y cuerpo en arce) con diapasón de palorrosa, puente top-load y mástil encolado. Estos detalles son importantes, ya que el Grabber original tenía un diapasón de arce para dar mayor brillo y ataque al sonido, sus cuerdas iban a través del cuerpo para un mayor sustain y su mástil era atornillado, aunque será difícil comprobar las diferencias, ya que sólo se van a fabricar 350 unidades para todo el mundo. Esperemos que uno de sus dueños tenga YouTube y ganas de grabarse...