domingo, septiembre 28, 2008

Bajos clásicos, bajos modernos (II)

Continuando el artículo de la semana pasada, veremos qué es lo que define un bajo moderno, de nuevo más allá de la antigüedad de su fabricación o diseño.

Bajos modernos

Es difícil elegir un bajo que represente la modernidad, un bajo moderno por antonomasia, por su popularidad y éxito de ventas se podría decir que el bajo moderno arquetípico es el Ibanez Soundgear, que lleva en producción exitosamente unos 20 años, con cambios en su diseño pero manteniendo su esencia original. Otros bajos modernos conocidos son los Yamaha TRB, los Warwick, los ESP y LTD y muchos instrumentos de luthieres modernos como Fodera, Conklin, Jerzy Drozd, etc. Existen bajos como los Alembic o los Musicman Stingray que fueron creados hace más de 30 años presentando ya características modernas, aunque por la moda del momento sean más bien híbridos entre bajos clásicos y modernos.


La construcción de un bajo moderno suele ser más compleja que la de un bajo clásico. Las maderas utilizadas son muy variadas, desde las tradicionales como el aliso o la caoba hasta maderas exóticas de origen africano como la afzelia o el wengé o incluso materiales sintéticos especiales como el luthite. Los cuerpos suelen ser estilizados, facilitando el acceso a los trastes más altos e intentando aligerar el cuerpo para hacerlo más ergonómico. Los mástiles suelen llegar a (o incluso sobrepasar) los 24 trastes con 4 o más cuerdas, y a menudo están compuestos de varias maderas encoladas para aumentar la resistencia a los cambios climáticos o dar un tono concreto. Abundan los diapasones de maderas exóticas como el wengé o el ébano y el radio de los mástiles suele ser grande, lo que les da un perfil muy plano que permite una ejecución más rápida.


El sonido de un bajo moderno es muy distinto al de un bajo clásico. El uso de electrónicas activas, ya sean pastillas o previos ofrece una gran versatilidad y sonidos más limpios, definidos y brillantes. Estos instrumentos, sobre todo en las gamas medias y bajas, no gozan de unos medios-graves ni de una presencia aplastante, como sucede en muchos bajos clásicos, aunque permiten registros más amplios al tener unos agudos más presentes. Este sonido limpio es elegido por muchos bajistas para ejecutar técnicas como el slap o el tapping.


Un buen bajo moderno puede usarse para prácticamente cualquier estilo, aunque destaca especialmente en aquéllos donde la definición o los agudos son necesarios: estilos rápidos, derivados del metal y solistas. No es casualidad que la mayoría de los bajistas solistas actuales utilicen bajos activos, ya que les permiten ejecutar más notas de forma más inteligible y con mayor comodidad. Por último, algunos ejemplos de bajos modernos:

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