martes, septiembre 12, 2006

Es una cuestión de tamaño

"Cuantico más watios, más mejor", que se diría de forma más o menos huertana. Para un bajo que no vaya por línea la potencia y el tamaño de los altavoces es algo fundamental, y quedó demostrado en el concierto de Tulsa del pasado jueves en el Coyote Rock Bar. El bajo era redondo, contundente, definido, movido por más de 1000W de potencia repartidos en 2x15" y 2x10".

También ayuda el hecho de que el bajo fuese un Tune de los buenos (los viejos) con pastillas y previo Bartolini y que el previo fuese un Aguilar de más de 1000€ con un compresor Alesis; esto le da calidad al sonido, pero la apabullante sensación de graves la daba sin duda el resto del equipo. Esos graves que te retumban en el pecho y en el estómago y que no engurran en absoluto el resto del sonido.

Tal vez para conciertos con PA sea una cantidad exagerada de potencia, pero nunca viene mal tenerla por si surgen actuaciones al aire libre o en escenarios grandes. Además, la sensación de tener semejante burrada empujando aire a tus espaldas es impagable.

Yo por lo pronto aspiro a unos míseros 380W que se convertirán en 760W... menos es nada.

PD: sí, me aburría mucho, lo he llenado todo de enlaces y no me he molestado en obviar el argot.

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