Un nuevo inquilino en casa

Llegó hace un par de meses, pero entre unas cosas y otras no ha estado operativo hasta el viernes pasado. Estoy hablando de mi nuevo Fender Standard Precision Bass, fabricado en Mexico pero mejorado con pastillas Seymour Duncan Basslines Hot For P-Bass. Da gusto escribir los nombres con todas sus letras...

Se trata de un bajo clásico, de hecho fue el segundo diseño del primer bajo comercializado (el primer diseño es similar al que usa Sting). Esto quiere decir que su sonido es grave, profundo, contundente y nada versátil. Como mucho puede hacerse tapping con él, cualquier otra cosa suena fuera de contexto. No importa que sólo tenga un sonido, es EL sonido del rock and roll.

Sin más dilación, la galería de fotos:

Aquí está nuevecito, aún con su golpeador blanco y la etiqueta de Fender en la pala.

Detalle de las piezas de recambio: pastillas a la izquierda y golpeador tortoise Collins a la derecha.

Recibiendo una ayuda para instalar las pastillas... lamentablemente no salió bien y tuve que llevarlo a la tienda.

Las pastillas ya instaladas. Que se vea la marca bien.

Las pastillas han quedado un tanto torcidas, deberían estar levantadas hacia el centro en lugar de hacia los extremos.

Un pequeño apaño temporal para la altura y posición de las pastillas: ahora mismo ya llevan más gomaespuma por dentro para que estén a la altura adecuada.

¡Cachis! Es lo que tienen las prisas... para que luego digan que ONO no va rápido.

Mucho mejor. La foto está algo saturada para que se note el acabado del golpeador.

Y aquí está, el nuevo niño mimado de la casa.

Estoy encantado con su sonido, su tacto, su estética... eso sí, más allá del traste 15 es un suicidio tocar, a no ser que quieras pasarte el resto de tu vida tendinítico. Supongo que en los años 50 la gente no solía hacer esas cosas. Muchas gracias a Zirrus y a Linkita por las fotos y la ayuda prestada. Este martes 13 en La Puerta Falsa lo estrenaré en directo, ¡no os lo perdáis!