Practicando

Esta tarde, como relax pre-examen, he estado practicando un rato con el bajo en el salón. A pesar de que tengo mis tres bajos en Murcia he estado tocando con mi Samick PMB-41, el primer bajo que me compré. ¿Por qué? quizás sea porque es el que más tiempo he tocado, pero es que es el que más cómodo me parece, tanto de peso (ni muy ligero ni muy pesado) como de dimensiones (el grosor justo para el mástil) como de sonido (desenchufado, claro está). Enchufado el bajo es una patata despreciable, suena fatal y está bastante cascado, pero sin amplificar tiene un buen sonido, lo cual me ha hecho plantearme varias veces el retocarlo, es decir, ponerle una pastilla y un puente nuevos y tal vez un clavijero.

La idea es seductora, ya que el bajo está innegablemente bien construido, sin torceduras de mástil y decentemente balanceado; el principal problema es el puente, está situado demasiado alto respecto del diapasón por lo que aún en su altura mínima es difícil pulsar los trastes más agudos. Esto podría solucionarse rebajando el cuerpo e instalando uno nuevo. Otro problema del puente es que parece estar descentrado, ya que las cuerdas no pasan correctamente por los polos de los imanes, posible causa de los deficientes agudos del instrumento.

La pastilla que pensé ponerle es una Seymour Duncan Basslines con previo activo (no sé de cuántas bandas es éste, supongo que de 3). Su precio es de 179.90€.




El puente ya es más difícil de encontrar, no sé de dónde sacar un puente de tipo Musicman, ni siquiera mirando por e-Bay he encontrado ninguno. Supongo que tendría que ponerle uno Schaller de los modernos, pero ya no tendría el mismo aspecto. En fin, aquí están las fotos: