El pasado
sábado 12 de diciembre se celebró la
2ª edición del
Todobajos Bass Day, evento organizado por la madrileña tienda con la participación de varios bajistas de primera fila.
Este año me propuse asistir a
todo el Bass Day en lugar de sólo a medio día como el año pasado así que me planté en los
Estudios Revirock a las once y media de la mañana (una hora después de la apertura) y estuve disfrutando de la feria ininterrumpidamente hasta las ocho de la tarde, momento en el cual los stands cerraron.
La primera
novedad con respecto al año pasado es la división de la exposición (ahora en la sala grande) en
stands de distribuidores y marcas. Así, uno se podía encontrar con la representación tanto de grandes marcas como
Fender,
Ashdown,
MusicMan,
MarkBass o
EBS como de pequeños luthieres como
Enfield,
Elrick y
Adamovic. Cada stand tenía sus propios responsables que informaban a los visitantes y controlaban la prueba de los productos. Este
control de las pruebas ha sido precisamente una de las
mejoras más palpables de este año, ya que la inmensa bola de ruido y graves de la pasada edición se ha visto muy limitada, aunque aún se escuchaban algunos excesos.
Además de la amplia selección de instrumentos y amplificadores también se pudo disfrutar durante todo el día de
demostraciones a cargo de bajistas como
Pepe Bao,
Fernando LaMadrid,
Jonas Hellborg,
Peter Oteo, etc. algunos de los cuales también actuaron en la sala pequeña, dedicada este año a
conciertos. Dicha sala también presentaba un cartel de lujo con actuaciones de media hora de
Marcus Miller,
Hadrien Feraud,
Maca y otros. Un buen detalle de
cortesía fue el hecho de silenciar todos los stands cuando había una demostración en uno de ellos, para que así todos los presentes pudieran disfrutar sin problema de cada artista.
En cuanto a
mi experiencia personal, este año me limité a
probar todo lo que pude y a escuchar algunas demostraciones, no asistiendo a ninguno de los conciertos de la sala pequeña. Tampoco hice muchas fotos ni vídeos, sabiendo que iban a abundar en unos días por Internet. Quise entrar al concierto de Marcus Miller, pero las 7 horas de sonido acumuladas en mi cabeza y la extensa cola (prácticamente todos los asistentes) me hicieron desistir. Para la próxima edición, habiendo ya probado mucho material, me centraré en las actuaciones.