Después de mucho tiempo deseándolo al fin he podido visitar la tienda de 
TodoBajos en Madrid.

Algo 
alejada del centro (unos 30 minutos en metro desde la Puerta del Sol), la tienda está ubicada en un bajo comercial de una zona residencial. Nada más entrar en ella 
sorprende la 
cantidad de material que alberga y lo 
acogedora que resulta, con una cómoda zona de descanso central equipada con mesa y sofás, ideal para pasar la tarde. La 
variedad es sobrecogedora: Fender, Lakland, MusicMan, Mesa-Boogie, EBS, MarkBass, Aguilar, Spector, Warwick... todas las grandes marcas tienen su sitio y también los 
luthieres más sorprendentes.

Al cruzar la puerta su dueño José María me atiende con 
amabilidad y gustosamente me permite enchufar un 
Fender American Standard a un MarkBass SA450. El ampli me convence al momento, pero
 el bajo me decepciona por completo. Esperaba encontrarme un sonido Jazz Bass auténtico para poder compararlo con el de mi SX, que tantas alegrías me está dando últimamente, pero lo que probé tenía un sonido 
descafeinado, 
sin carácter ni presencia.

Conociendo la mala fama del control de calidad de Fender USA me atreví con un 
Nash, un bajo de corte 
vintage con acabado 
relic de gama alta. Eso ya era otra cosa. La 
dulzura de un buen Jazz Bass se percibía desde la primera nota: un 
sonido inspirador, 
cantarín y polivalente. El tacto del mástil se hacía raro por la ausencia de acabado y la acción no era la más adecuada, pero eso ya es cuestión de gustos. Probar este bajo me sirvió para comprobar hasta qué punto es fiel el sonido de mi SX al de un Jazz Bass vintage, no sentí que en este aspecto estuviera muy por debajo del Nash.

Después de unos días sin tocar y habiendo interpretado casi exclusivamente temas sencillos de pop/rock durante el último mes y medio me sentía 
torpe y sin inspiración y lo que salía de mis dedos lo confirmaba: apenas podía improvisar algo decente. Esta circunstancia, unida a los habituales nervios de encontrarse en una tienda de tanto nivel no ayudaba para animarme a probar más bajos, aunque me atreví con algunos más.

Tras probar lo que era un relicado de luthier decidí comprobar si lo que decían sobre los Fender Road Worn era cierto, así que cogí un 
Precision Road Worn y lo enchufé al MarkBass. El sonido era 
muy convincente, muy Precision: 
gordo, redondísimo, con su punto de dulzura y de crujido según la posición de la mano derecha. El acabado era muy agradable y el tacto muy cómodo. Los rumores eran ciertos: se trata de un bajo
 excelentemente construido, muy superior en calidad a un Fender American Standard y con un sonido mucho más 
auténtico.

El siguiente bajo en caer en mis manos fue un 
MusicMan Bongo HS 4 más por la anécdota que por otra cosa (el embalaje en el que vino mi Sterling pertenecía a este bajo). 
"Este bajo está hecho para tocar fuerte" me advirtió José María antes de enchufarlo. Y vaya si tenía razón. La salida del Bongo es 
muy potente, incluso más aún que la del Sterling, y el tono es 
demoledor y de lo más 
versátil que he podido oir. Además, se trata de un bajo muy cómodo y una vez colgado su estética de
 tapa de váter gana mucho.

A pesar de sentirme ya culpable por el follón que estaba dando me atreví con un último bajo: un 
Elrick Evolution Singlecut de 6 cuerdas valorado en unos 3300€. 
Espectacular en todos los sentidos, 
comodísimo incluso hasta el último traste gracias a su ingeniosa unión mástil-cuerpo, 
versátil, 
definido, 
transparente... una gozada cuyo precio me atrevería a decir que está totalmente justificado. Para rematar, era 
precioso.

En definitiva la visita a TodoBajos ha sido 
una experiencia genial que recomiendo a cualquier bajista tanto si es un coleccionista como si no lo es. El trato fue fenomenal y el catálogo de productos a probar impresionante; de hecho, como ya me pasó en el 
Bass Day, me voy con la impresión de haber 
desaprovechado la visita, pues me dejé cosas impresionantes por probar como los pedales Mark Bass, los Fender de los 70, los Lakland, Clover, Mayones, etc. Esta vez no fue el sonido lo que me desmotivó sino mi propia falta de recursos, algo que para la próxima visita espero tener bien solucionado.
Muchas gracias a José María por su amabilidad y enhorabuena por la gran tienda que con esfuerzo y pasión ha logrado montar